Berja inauguró el pasado sábado junto al Paseo de Cervantes una escultura en honor al pasado minero del municipio que ha estado ligado durante siglos a las explotaciones en la Sierra de Gádor.

El alcalde de Berja, José Carlos Lupión, presidió el acto al que se acercaron decenas de personas, entre ellos, una de las personas que trabajaron durante décadas en las minas de Berja, el virgitano Lorenzo Torres, quien ayudó a descubrir la obra realizada por Edgar Muñoz y Gloria López en piedra de esquisto y granito negro de más de 4.500 kilos, dos metros y medio de altura y cargada de detalles y simbolismo.

El primer edil destacó que “esta obra enriquece el patrimonio cultural de Berja y refuerza la identidad histórica de la localidad” y subrayó la importancia de “recordar y honrar las raíces mineras que han influido en la fisionomía de nuestro municipio que podemos contemplar en gran parte del legado tanto en la Sierra de Gádor como en el casco histórico”.

José Carlos Lupión también agradeció el trabajo tanto “de Edgar como de Gloria para hacer realidad una escultura que además de ser un atractivo cultural, busca mantener viva la memoria de quienes contribuyeron al desarrollo de Berja a través de la minería”.

Por su parte, Edgar y Gloria agradecieron la presencia al público que se acercó hasta el lugar donde se ubica la escultura, en la escalera entre la Casa de la Cultura y el Paseo de Cervantes, y señalaron que “la obra está pensada en los virgitanos y en los inicios de Berja como pueblo minero. En ella podemos ver como pieza central una gran piedra de esquisto. Sobre ella un minero se está forjando a sí mismo día a día picando en la mina para conseguir un futuro mejor para él y los suyos. Ayudados por la madre naturaleza que emerge de la tierra toda llena de raíces y enredaderas y que lo alumbra y sujeta para que sus fuerzas no le flaqueen”.

El material en el que se ha realizado la es cultura es piedra de esquisto y granito negro hecho en piezas que han sido trabajadas a lo largo de todo un año y seis meses.